martes, 6 de diciembre de 2011

La mayoría de nosotros es demasiado cerrada


Yo jamás pensaré que Fujimori es inocente. Jamás creeré que la iglesia católica mantiene tanto dinero y poder para poder hacer su obra divina. Jamás pensaré que hay gente realmente inspirada por un Dios. Jamás creeré que existen los extraterrestres hasta que hayan pruebas. Y jamás creeré que jamás cambiaré de parecer.

   Somos demasiado cerrados. Cada uno de nosotros tenemos creencias a las que nos aferramos y no dejaremos ir a pesar de las pruebas y cualquier cosa que pase. Y no somos consciente de cómo estas creencias nos limitan. No sé qué cosas me anda perdiendo por no creer en Dios, en la inocencia de Fujimori, etc, y a pesar que sé que no es correcto ser en exceso cerrado, no puedo evitarlo en estos casos. ¿Cómo podría creer en la inocencia de Fujimori?  Es como que me digan que la realidad que veo es incorrecta porque mis ojos están mal.

   Aunque, para ser sinceros, la realidad que uno aprecia es el resultado del filtro que el cerebro anda procesando. No vemos la realidad. Es una interpretación del cerebro. Nuestros ojos nos mienten constantemente, y ni qué decir de nuestras ideas. Y por esto el mundo está como está.

   No nos entendemos entre nosotros. Creemos que la realidad es única, y creemos que si el otro no ve lo que yo veo, es él quien anda equivocado. Eso tenemos que cambiarlo.

   Acá tengo explicado un método para tratar de pensar como el otro, pero lo más importante creo que es dudar de todo, todo el tiempo. De repente me estoy equivocando y todo lo que digo de que está mal el no pensar como el otro, es incorrecto, y no pensar como el otro, y cerrarse en nuestra propia idea, es lo mejor que puede hacerse en este mundo. Quién sabe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario