jueves, 16 de marzo de 2017

Ignoro porque quiero ser ignorante

Hace poco me di con la sorpresa que aún hay personas que no entienden o desconocen la existencia de los presidentes regionales. No entienden que hay un proceso de descentralización desde hace mucho tiempo que buscó que cada región pueda priorizar y responder más eficientemente a los problemas de cada localidad, ya que antes había una toma de decisiones desde Lima. Por ejemplo, el verano en la sierra es diferente a la costa. Las vacaciones en la costa son Enero y Febrero porque corresponden al verano. En otros lugares no tendría que ser así justamente porque el verano es en otra época del año. Este tipo de decisiones deberían tomarse localmente y dependiendo de las urgencias que tienen.

Ahora con los problemas de los huaycos esto tiene que aplicarse. Cada presidente regional tiene el dinero para hacer las medidas preventivas necesarias que permitieran mitigar daños que se sabía que vendrían, pero esto no ocurrió. Ni siquiera​ en Lima se respetó esto, siendo que solo el 3% del presupuesto fue ejecutado por el presidente regional, que en este caso es el alcalde de Lima.

¿Pero todo lo anterior qué tiene que ver con la ignorancia? Que aún hay personas que creen que el presidente de la República es quien tiene que actuar de manera local, cuando hay presidentes regionales quienes son los que tienen que responder ante estos desastres.

Y esto no es difícil de saber. Es asunto de hacer una pequeña investigación usando Google que prácticamente todos tenemos acceso. Pero la forma que tenemos regularmente de saber cosas es oyendo a alguien que diga algo que me suene más o menos lógico. Esto hace que muchas personas no verifiquen lo que les dicen ni que piensen que se necesita alguna confirmación. Esto permite que muchas personas sean engañadas y sean repetidoras de los engaños.

No seamos simples ecos de información sin verificar. Seamos más inteligentes. Hagamos uso de las herramientas como internet para aprender a verificar todo lo que llegue a nuestras manos.

Obtenida de aquí.

martes, 7 de marzo de 2017

A mis amigos que no quieren pero sí son homofóbicos

Phillip Butters fue rechazado de muchos lugares por las ideas que tiene. Él asegura no ser homofóbico. Él asegura respetar ideas diferentes pero no aceptar que le impongan ideas a él. Tan convencido está de que está en lo correcto, que en una marcha decidió dar rienda suelta a todas sus ideas. Como consecuencia fue expulsado de su trabajo e incluso de otro tipo de ámbitos profesionales. Se ha convertido en el símbolo de lo que es el futuro para todos los que se creen no ser homofóbicos pero lo son.

Esto va a obligar que muchos que tengan ideas como las de él terminen siendo expulsados de la misma forma y por lo tanto lo más lógico para ellos será que tengan que reprimir esas ideas y no mostrarlas en público. Serán señalados cada vez que alguien descubra que sus ideas son así. Serán vistos de mala manera y la única forma en la que podrán expresar sus ideas será en grupos cerrados ocultos.

Van a tener que darse apoyo moral mutuo. No serán considerados en puestos laborales por sus ideas y van a tener que apoyarse dándose trabajo mutuamente. Es posible que terminen teniendo sus propias discotecas, su propio lenguaje y su propio estilo de vida. Serán relegados por la sociedad y van a verse privados de ser ellos mismos en todos lados.

A diferencia de los homosexuales, cada vez habrá menos y menos. Sin ideas contaminando la mente de los nuevos ciudadanos cada vez desaparecerán más rápido. Llegará un día en que la homofobia será una enfermedad psicológica histórica y que recordaremos sólo para no volver a repetirla. Es irónico cómo terminarán siendo tratados como aquellos que no aceptan.

Imagen obtenida de aquí.