domingo, 25 de diciembre de 2011

A los niños hay quedarles lo regalos que sí tuvimos.


Mi lista de regalos que quería para navidad cuando era niño, siempre fue de unos 20 regalos. Solo obtenía 1. Tenía que elegir bien, y le sacaba la mugre todo lo que pudiera. Una vez llegué a obtener como 10 regalos en una sola navidad. Los saqué cada año en navidad de su maleta, cuando comprábamos las pilas, porque todos eran eléctricos, y siendo sincero, los mejores recuerdos de juego que tengo no fueron con estos juegues; fueron cuando jugaba con mis primos, amigos, y toda la mancha que me acompañó en mi niñez. De esos juegos nunca me voy a olvidar. Si a ti te pasa lo mismo, ¿porqué te mueres por escoger EL regalo para ese niño? ¿Realmente necesita EL regalo. Lo más probable es que sí, porque varios de sus amigos tendrán EL regalo y seguramente jugarán solos con él, porque seguramente no es un juego comunal, diseñado para que el niño lo comparta y necesite sociabilizar para jugarlo. Seguro es un jueuete que hace al juego individual, y el sentido de regalar el juguete viene con un sentido de propiedad que hace completamente lógico que un niño no quiera compartirlo a menos que sea realmente necesario. ¿Entonces porqué mejor no les enseñamos a jugar en mancha, como en antaño? Yo sé jugar mata gente, chapadas, escondidas. encantados, San Miguel, 7 pecados, bata, policías y ladrones, lingo, y por ahí recuerdo que me inventé como 3 o 4 juegos cuando andábamos con la mancha. ¿Porqué no le enseñas a jugar eso a aquellos niños que quieres enseñar? Y NO ME REFIERO A QUE LES DES EL MANUAL. Lo que tienes que hacer es JUGAR CON ESE O ESOS NIÑOS. Eso jamás lo olvidarán. Y no me refiero a que juegues desde tu perspectiva "adulto serio que se respeta y que no hace ridiculeces". Te digo que juegues con él y que sea el niño quien ponga sus reglas de juego, y que tú tengas que seguir sus reglas. Seguramente terminarás sentado en el piso ensuciándote, en el parque manchándote de pasto, o sentado en pleno centro comercial haciendo como que tomas el té; ¡ESO es jugar! Dale eso al niño. Muéstrale que puedes jugar con él. Que lo entiendes. Que puede compartir su mundo contigo. Yo no creo que haya mejor regalo que puedas darle que un amigo incondicional con el que siempre pueda contar, y cualquier muñeco, carro, o lo que fuera que creas que realmente quería, jamás se podrá comparar a saber que tú eres su amigo y que para ti, es tu igual

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