sábado, 10 de septiembre de 2011

Los padres; los culpables de la sociedad que se va al diablo


Tú y yo tenemos una fase de aprendizaje muy fuerte, basada en la copia cuando somos pequeños, que se mantiene con el tiempo y siempre buscamos modelos a seguir cuando queremos ir a lo seguro, para luego aventurarnos al aprendizaje en el terreno de lo desconocido, que ya viene a ser la investigación. Esa forma de aprendizaje natural nos convierte en víctimas de los problemas que los padres ya tienen, y ni qué decir del asunto genético. Tú y yo venimos pre-programados para ser como nuestros padres, y lamentablemente es muy alta la probabilidad de tener características que son exactamente iguales.

      Esto no sería un problema, si todos fuéramos perfectos. Los defectos también se copian, y tenemos problemas cuando los defectos se esparcen como pólvora cuando se refuerzan porque tienden a retroalimentarse fuertemente en un medio en el que no tiene represiones naturales. Un ejemplo es la ciudad de Huánuco. Las drogas, narcos, productores, campesinos de coca, etc, están tan familiarizados con esta, que es imposible que las personas relativas a familias en Huánuco, puedan tener una posición fuerte por las políticas anti-drogas. Las numerosas familias de esas zonas, siempre tienen algún miembro que ha tenido problemas de ese tipo, y seguirán habiendo problemas de ese tipo, porque las generaciones que nacen se crían y refuerzan en este medio que acepta como normal la relación con las drogas. Pero es perfectamente lógico, normal, y comprensible; seguramente tú y yo ante un familiar, tendríamos la misma actitud condescendiente y no lo condenaríamos. Sería parte de nuestra familia y estaría en nuestra mesa, por el simple y sencillo echo de "ser familia". 

   El mismo comportamiento se tiene en familias dedicadas a la delincuencia. El avezado delincuente de 11 años, robando en Gamarra nos "sorprendió" hace poco, pero es parte y resultado de toda una familia que "trabaja" de esta forma. Nacen, crecen y se familiarizan y admiten como "normal" que se tengan que ganar la vida de alguna manera, así que ese niño jamás tendrá manera de aceptar que los ladrones le hacen daño a la sociedad. Yo apuesto lo que sea que hasta le echan la culpa a los demás por no darles la oportunidad de trabajar regularmente.

   Y ni qué decir de los policías. Yo conozco varios casos de hijos de policías que terminan siendo delincuentes. ¿Porqué? Esa violencia de las calles es transmitida a la familia, que acaba enseñando a los hijos que comportamientos violentos, o delicuenciales; recordemos que solo el 25% de la los policías no es corrupto. Los operativos que son por tránsito, son para pagar los cupos del comisario. ¿Qué familia cree que tendrá ese policía?

  Pero estos son casos extremos. Demasiada gente tiene actitudes provenientes de familias, que se vuelven reforzadas por sus círculos amicales. La desidia por la política, el prejuicio como medio de resolución de problemas, el no trabajar por todos y para todos si no por los cercanos, el creer que los problemas debemos señalarlos pero dejar que alguien más los resuelva, son problemas sociales que son reforzados por todos nosotros que somos parte de la sociedad, y se admiten como comportamientos normales, que no vemos como problemáticos y que reforzaremos en los demás y en nuestra descendencia.

   Estos son casos menos obvios, pero también importantes, porque son los que van formando a la gran mayoría de peruanos encargados de resolver los problemas que se generan a todo nivel. Tenemos que romper el círculo. No podemos continuar los errores de nuestros padres. Seamos mejores; pensemos qué estamos haciendo mal, y cómo mejorarlo. Los problemas de la sociedad los reforzamos todos. Todos podemos resolverlos, pero para ello, necesitamos admitir que si no la pensamos bien, estamos reforzando todos y cada uno de los problemas que están mandando a la sociedad al diablo.

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