lunes, 19 de septiembre de 2011

Historia de una princesa

No recuerdo dónde la oí o leí, así que la transcribo:

Érase una vez una princesa que ya estaba en tiempo de matrimonio, pero como era la princesa, y no podía desposar a cualquierita, decidió que quien tuviera el honor de ser su esposo debía pasar una prueba singular; debía mantenerse junto al muro del castillo donde vivía la princesa por un año completo. Miles de pretendientes llegaron para probar suerte. La mitad abandonó ante la primera lluvia. La siguiente mitad al no soportar el sol. Solo uno consiguió pasar los 6 primeros meses, y así continuó. La princesa todos los días se detenía a contemplarlo, y veía cómo era que se ganaba su corazón con su tesón y esfuerzo. Ni la nieve, ni la lluvia, ni los vientos, ni nada pudieron apartar al joven enamorado, que siempre había amado a la princesa en silencio, de el objetivo que ahí  lo mantenía; desposar a la bella damicela, y se mantuvo firme por 364 días. El día que había de cumplirse el día 365, la princesa veía al que sería su futuro esposo en unas pocas horas. Cuando faltaba un minuto para cumplirse el año de plazo, el joven simplemente se apartó del muro, y se fue caminando a su casa, frente a una desconcertada princesa que lo veía desde el balcón. Al llegar a su casa lo interroga su madre y le pregunta, "Hijo; ¿porqué después de tanto tiempo, esfuerzo y sacrificio, decidiste abandonar tu sueño de casarte con la princesa?". Él respondió, "porque si alguien no es capaz de ahorrarme ni siquiera un minuto de sufrimiento, no merece que la ame".

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