Es miedo a lo desconocido. De lo que he entendido, tú modificas el gen, lo implantas, y haces que se desarrolle o suprima una característica del animal o planta que quieras. Las posibilidades son infinitas. Podrías hacer que todo sea como tú quieres que sea. Y ese es el problema. Que la historia nos ha enseñado que a pesar que conocemos mucho del mundo, seguimos sin conocer todo del mundo, y que cuando implementamos una solución, generamos un problema en otro lado que ni sabemos que lo habíamos creado hasta que era demasiado tarde. El calentamiento global, conejos en Australia, la capa de ozono, son algunos ejemplos de cómo el humano es limitado para entender las reacciones de los cambios que hace pueden tener. Y peor es con los transgénicos. No sabemos qué va a suceder con las demás especies a pesar que los científicos digan que sí saben, porque ellos pueden entender muy bien que A influye a B, pero no tienen método científico para determinar un comportamiento tan dinámico y con tantos retrazos como la naturaleza. Hasta el día de hoy no hay podido hacer un biodomo que funcione, porque siempre hay una variable que no consideraron, como una bacteria en el cemento que comenzó a producir CO2 en exceso, haciendo imposible la vida en el biodomo. El método científico falla para predecir un futuro complejo, lleno de variables constantemente cambiantes. Por eso que no puede predecirse el clima. Puedes entender porqué se forman las lluvias, tempestades, huracanes, sequías, monzones, pero no puedes predecirlos con exactitud, ni manejar ni controlar el clima.
Mi resistencia a los transgénicos es el miedo. Creo que en la naturaleza todo existe y es por una razón desde hace miles de millones de años, luego de tantos ensayos y errores, que me parece demasiado ególatra que creamos que podemos hacer cambios controlados que no afecten a todo lo demás. Por eso es que el mundo seguiría viviendo si el humano desapareciera, pero no si los insectos lo hicieran.
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