miércoles, 12 de diciembre de 2012

10 soles a una mendiga

Te encuentras 10 soles en el suelo. Ves cerca tuyo a una señora mendigando en la calle. Te acercas y le das los 10 soles. La señora agradece y te sonríe. Se levanta, va a una tienda cercana, y:

Se compra un collar: Inmediatamente te arrepientes de haberle dado los 10 soles. Incluso vas y la cuestionas. Te dice que es lindo y que le gusta. Seguramente crees que está loca para gastar el dinero de esa forma. Te lamentas de esa actitud de ella.

Se compra comida: Muy lógico. Seguro tiene hambre. Piensas que se siente bien ayudar a alguien en necesidad.

Se compra una bolsa de caramelos para vender: Qué genial. Ha hecho que el dinero que le has dado rinda más allá de lo que le has dado. La señora es mendiga, pero es inteligente.

Se compra un juguete: Es que es navidad.

   Piensa bien en si esta navidad vas a regalar un juguete, o si vas a dar algo que realmente ayude a las personas que quieres ayudar. La cantidad de dinero que se gasta en comprar juguetes y chocolatadas, fácilmente puede usarse para pagar una capacitación o para invertir en un pequeño negocio artesanal que tenga un impacto mayor que una simple alegría momentánea. Pensemos realmente en lo que necesitan. No en lo que creemos que necesitan.

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