Obviamente, esta afirmación convierte al asunto en una lógica dinámica. Es decir, cuando dices que no hay reglas sociales, quiere decir que esta regla en sí misma se niega, y eso quiere decir que sí existen reglas sociales, pero si afirmamos que sí existen, entonces podemos admitir que esta regla es cierta, y así al infinito (Esto me recuerda a la cibernética). Pero entonces, en términos prácticos, ¿qué rayos quiero decir? Pues que socialmente hablando no tienes que seguir todas las reglas sociales si no quieres, y que incluso puedes inventarlas a tu antojo, para hacerlas reglas sociales establecidas, como el #FF por ejemplo, o el estrechar manos antes y después de una partida de ping pong en señal de respeto, o el saludo al comenzar el día, o al terminarlo. Y estas reglas son tan subjetivas que puedes seguirlas como no seguirlas, pero nos viene el problema de que la gente se sienta ofendida (acá hablo de cuando la gente quiere respeto). Ese es el problema que nos lleva a seguir las reglas sociales de todos los demás, para que no se ofendan. ¿Pero cuándo tomarán en cuenta nuestras reglas sociales? Pues cuando las impongamos xD. O sea, no imponerlas de verdad, pero hacernos respetar y respetar a los demás, explicando las razones por las cuáles uno no quiere seguir cierto acuerdo social. A mí se me hace incómodo tener que comportarme como los demás para que no se ofendan. Es todo un problema, y causa tensión y todo. Por eso prefiero evitar a la gente a veces. Es complicado que la gente entienda algo que está fuera de su domino regular de temas de conversación. Así que si voy por la calle, te veo, pero no te saludo, recuerda que tal vez, más tarde, te explique que en ese rato, no me apetecía saludarte, y que no lo tomes como una falta de respeto; no eres tú el problema, soy yo que simplemente, no comparto tus mismas reglas sociales n_n.
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