Aldo Miyashiro tenía razón cuando decía que la televisión no tiene porqué educarte. Que si quieres educarte, pues vayas a una biblioteca, por ejemplo. Y en eso tiene razón, pero ese es una análisis muy reduccionista, en la que no considera la dinámica social, ni la realidad más allá de la sala donde está la televisión.
Bajo un gran poder, una gran responsabilidad.
¿Porqué el gobierno más corrupto de la historia compró a todos los canales de televisión? ¿Porqué contratan a Bayly en periodos electorales? ¿Porqué Rosa María Palacios salió de la televisión después de mostrar verdades que fueron dichas a medias de Humala? Porque la televisión tiene un gran poder.
En África, debido a los estados incipientes, se han comenzado a usar las cajas de Coca Cola para llevar medicinas a los lugares más alejados del continente. Su cadena de distribución es mejor que cualquiera que el estado pueda tener. Imagínate que Coca COla diga "mi función no es sanar". (Acá la noticia)
Lo mismo se aplica a nuestra televisión. Sé que Aldo Miyashiro no tiene la responsabilidad directa de educar. Sé que a ellos no les pagan por hacerlo. Sé que si alguien quiere educarse tiene que buscar un medio acorde a sus necesidades. Pero ellos, Aldo Miyashiro y todos los demás en la televisión, tienen la oportunidad de hacerlo. De ellos dependen qué van a hacer con el poder que tienen. Aún el Presidente tiene la potestad de interrumpir cualquier transmisión y pasar su mensaje, porque es la manera más rápida de llegar a muchos peruanos. La televisión tiene ese alcance. Y yo sí entiendo que un gran poder viene con una gran responsabilidad. Aldo Miyashiro, no.
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