sábado, 25 de febrero de 2012

Hola; somos diferentes.


Tú no sabes lo que es el miedo al fracaso. No lo conoces porque todo el tiempo has estado haciendo aquello que te lleva al éxito seguro. No es tan difícil. Solo necesitas hacer lo que todo el mundo cree que debe hacerse. Entre todos, todos se apoyan. Todos los temerosos de este mundo se abrazan entre ellos y se palmean las cabezas y las espaldas mutuamente para hacerse saber que hacen algo bien. O al menos, que todos consideran que es algo que está bien. Somos pocos los que nos arriesgamos porque no podemos vivir esa mentira colectiva. Es solo una creencia colectiva las que los mantiene a todos vivos. Si su sistema colapsaría; si todos dejaran de sentir la certeza, y comenzaran a dudar de lo que saben, el mundo como  lo conocen se les caería. Es como el libro 1984. Para que se admita como que alguien de una habitación ha volado, solo es necesario que todos los que estén en esa habitación admitan que alguien ha volado. Lo demás es innecesario. Si todos creen que algo es, lo es. La realidad la crean entre todos. La realidad la generan con esa fe que no quiere ver más allá para no aniquilar su ilusión de seguridad. Y está bien. Es un modo de ser felices. Pero no tienen porqué hacernos infelices a nosotros. Yo puedo entender tu modo de ver el mundo y puedo aceptar que necesitas aferrarte a tus creencias para poder sobrevivir, ¿pero porqué es que tienes que tratar de hacerme ver tu mundo como la única realidad? ¿Porqué no me ves a mí como yo te veo a ti, como un pobre que no sabe lo que es la realidad, pero que es feliz creyéndose esta realidad? Ha< eso, por favor, y deja de hacerme querer vivir como tú. Yo puedo ver tu simpleza y tu necesidad para ser así de simple, pero sé que se te hace difícil aceptar la mía. Pero acéptala. Entiéndela. No la creas. No me digas que crees que es verdad, porque me mientes, pero dime que entiendes mi necesidad de autoengañarme, como lo haces tú. Créeme; eso será suficiente y me dejarás vivir mi realidad para buscar mi felicidad, y ni tú ni yo nos estorbaremos, porque a pesar de lo que crees, no quiero arruinar tu felicidad. Yo solo quiero ser feliz, y parte de mi felicidad es entender que tu realidad no es la realidad, y ponerla en duda es lo que me hace feliz, porque negar tu realidad me hace saber que no es la realidad la que me enseñaron desde pequeño. Que no puedo acercarme a ella creyendo simplemente como todos hacen. Que tengo que ir más allá. Tengo que vivir separado de la realidad para poder transformarla entendiéndola. Así que déjame ser, y no te sientas aludido. Yo solo quiero ser feliz.

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