lunes, 10 de febrero de 2014

¿Tienes el derecho a no ser feliz? Sí; y lo ejerces.

Siempre hemos oído de gente que se suicida a pesar de tener lo que otros llamaríamos éxito, y que no tienen razón para suicidarse. Pero se suicidan porque no obtienen aquello que los hace felices realmente. Esto me parece que tiene mucho sentido porque el éxito es algo que puede estar lejos de la felicidad en un inicio, y esperamos que cuando se consiga la felicidad llegue sola, pero eso no quita la satisfacción de al menos haber conseguido las metas que uno quería. O sea, uno tiene derecho a elegir el éxito en vez de la felicidad. Y creo que la mayoría del tiempo es lo que hacemos.

     La mayoría del tiempo lo dedicamos a hacer algo que no queremos, en pos de algo posterior. Un sueldo generalmente. Y con este lo intercambiamos por bienestar material. U obtenemos otro tipo de bienestar que no es inmediato, pero que cruzamos los dedos que cuando lleguemos a ese estado seremos felices, como mejorar profesionalmente, o personalmente. Pero igual conseguimos ese éxito, pues. Al menos esa satisfacción tenemos, pero no creo que así funcione la felicidad. Incluso creo que la mayoría no piensa ser felices, y está cómodo con eso. Solo busca ocupar el tiempo que le queda de vida haciendo cosas que lo hagan sentir bien. Si nos abrimos de mente, cualquier actividad que hace el humano parece que fuera dedicado a llenar el espacio que tiene de sobra de esta consciencia que se nos ha dado. Simplemente no queremos aburrirnos. Nos aferramos a una vida aunque no tenga sentido porque logramos llenarla aunque sea con la ilusión de estar vivos, y las sensaciones que vienen con esta. Pero eso no está mal o bien. En teoría está mal, pero tantos lo hacemos que me parece que no necesariamente está mal. Tal vez es como debe ser. Tal vez no debemos querer ser felices. Tal vez debemos existir solo por existir. ¿Quién te dice que tienes que hacer algo con tu vida? Al final tú decides qué tipo de vida tener. Y si es una vacía estás en tu derecho. Así que no hay razón para cambiarla. Puedes seguir despertándote cada mañana prefiriendo dormir hasta tarde, prefiriendo ir a otro lugar, estar con otras personas, o estar haciendo algo totalmente diferente porque no hay problema; tu vida puede estar diseñada exactamente para eso.

   O tal vez tienes que buscar ser feliz a toda costa, incluída tu éxito.



jueves, 6 de febrero de 2014

¿Dices que quieres pena de muerte? ¿Ya te compraste tu pistola?

"Deberían morir todos esos delincuentes". Pero no te atreverías a matarlos tú mismo con tus manos. Los odias a morir. Dices que no merecen vivir en este mundo. Dices que les prenderías fuego para hacer una sociedad mejor. Pero quieres que otro sea quien lo haga. Tú con tus manos no te atreverías a hacerlo ni a intentarlo. ¿Pero porqué no? Es más, ¿porqué no creas tu escuadrón de la muerte? Sabes que no eres el único que piensa como tú. Sabes que cuando expresas tus ganas de que los delincuentes deben morir, encuentras apoyo y otros tantos te siguen y aprueban tus ideas y métodos. Sería sencillo juntar un grupo de personas que se encarguen del problema que quieren solucionar con asesinatos. Y seguramente tienen los recursos, porque seguramente estás cansado de ser tú quien aporte a la sociedad, y que otros solo sepan robar, y no sean tan buenos como tú. Y seguramente terminarías realizando juicios populares, donde irías ajusticiando con tu propia mano a aquello que llamas la lacra de la sociedad. Y seguramente tendrías que pasar a la clandestinidad para poder continuar con tus asesinatos, porque obviamente hay leyes que no te dejan matar libremente. Y seguramente terminarías matando gente inocente en el proceso, porque seguramente no querrías terminar en la cárcel por tus crímenes. Y seguramente tendrías que buscar una manera de obtener ingresos para poder seguir aterrorizando a los futuros delincuentes para que no actúen de esa manera. Y seguramente terminarías pidiendo cupos a delincuentes como los narcos, a los que no puedes enfrentar fácilmente porque ellos tienen tanto poder armado como tú, y terminarías diciendo que es una guerra para mejorar la sociedad lo que andas haciendo, y terminarías siendo un fanático de tus propias ideas con tal de fundamentar que los delincuentes deben morir, porque se lo merecen, y nunca viste que tú eras uno de esos delincuentes en el momento que decidiste tomar un arma y creer que a eso le puedes llamar justicia, o que eso es una solución a un problema más complejo.

    No formas tu escuadrón de la muerte porque no quieres resolver el problema real. Solo tratas de tener una solución fantasiosa y poco práctica a un problema del que realmente no te quieres ocupar porque no te conviene ocuparte. Porque tu estilo de vida se vería afectado si realmente quisieras resolver el gran problema que te genera la delincuencia. No quieres resolver el problema en verdad. Solo quieres sentirte bien creyendo que tienes una solución en tus manos, y que aportas en algo diciéndola en voz alta. No aportas nada. No haces nada. No generas nada. No sirve tu posición. Solo es tu ego hablando en voz alta. Deja de hacerlo. Quedas como un tonto. Como un terrorista. Como un delincuente. Como uno de esos que quieres acabar, y por lo tanto, al primero que tendrías que desaparecer primero, serías tú mismo.